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Los últimos hallazgos del telescopio espacial Kepler

  |   IES Valle del Saja

Desde la más remota Antigüedad el Hombre ha mirado al cielo y se ha preguntado acerca de todo lo visible en él. Pero durante siglos justificó el Universo observable de acuerdo con el modelo geocéntrico del Universo ideado por Aristóteles, y más tarde defendido por astrónomos como Ptolomeo, teniendo que esperar hasta la época de Copérnico y su modelo para comprender que el Sol era una estrella como las demás y que los planetas giraban en torno a ella y no alrededor de la Tierra; ya no estábamos en el centro de todo ni éramos especiales en nada. Más tarde, otros astrónomos se atrevieron con predicciones más arriesgadas, como el italiano Giordano Bruno, para el que el Universo era infinito, como infinito era también el número de mundos habitados girando en torno a infinitos soles. Estas afirmaciones le llevaron a la negación de Dios como Creador, y ello le condujo a la hoguera por herejía; así, fue quemado vivo en Roma en el año 1600.

 

Pero el modelo heliocéntrico terminó imponiéndose gracias a ilustres como Galileo y la ayuda de sus telescopios; o a Johannes Kepler quien, con la ayuda de las observaciones astronómicas de Tycho Brahe, de quien fue ayudante, acabaría demostrando que la naturaleza, el Universo, no le tenía un afecto especial a la simplicidad, lo cual expuso en tres leyes que describen el movimiento de los planetas del Sistema Solar y que abrieron el camino a la ley de gravitación universal.

 

Pasó el tiempo y comenzamos a preguntarnos acerca de la posibilidad de vida en otros planetas y en otros sistemas estelares. Pero para que haya vida en otros sistemas siempre nos hemos aferrado a la idea de que es condición necesaria que contengan planetas de tipo terrestre, “exotierras”, al menos en lo que se refiere a vida tal y como la conocemos.

 

Con el propósito de la búsqueda de exoplanetas (planetas que orbitan una estrella diferente al Sol) y, más concretamente, de exotierras (exoplanetas con las condiciones para albergar vida como la Tierra), se han proyectado y llevado a efecto varias misiones espaciales; una de ellas es la denominada “Kepler”. El telescopio Kepler de la NASA se lanzó el seis de marzo de 2009 y estuvo recopilando datos hasta mayo de 2013, describiendo una órbita en torno al Sol. El hecho de que Kepler no se concibiera como un satélite terrestre, le ha permitido observar una región fija del cielo sin ser interrumpido por la Tierra, evitando también las luces parásitas.

Órbita del satélite Kepler

Órbita del satélite Kepler

 

Kepler utiliza el denominado “método de tránsito” para detectar planetas que cruzan frente a sus estrellas, mediante la búsqueda de pequeñas disminuciones en el brillo de la estrella cuando el planeta pasa por delante. Con los datos del período orbital del planeta y la masa de la estrella, los mismos estudiantes de bachillerato podrían, al igual que los científicos responsables de Kepler, determinar el radio de la órbita planetaria mediante la aplicación de la 3ª de las leyes de Kepler. Si además del radio orbital del planeta, se dispone de la temperatura de la estrella, entonces puede determinarse lo que se denomina la temperatura característica del planeta y, así, se podría dar respuesta a la cuestión acerca de su posible habitabilidad.

 

Cambio en el brillo de una estrella por el tránsito de un planeta

Cambio en el brillo de una estrella por el tránsito de un planeta

Pues bien, la primera detección confirmada de un planeta extrasolar orbitando alrededor de una estrella se produjo en 1995 y, desde entonces, el número de hallazgos ha crecido año tras año.

 

Histograma de la cronología del descubrimiento de exoplanetas

Histograma de la cronología del descubrimiento de exoplanetas

El incremento en la detección de exoplanetas ha sido tan espectacular en los últimos 21 años que el pasado 10 de mayo los responsables de la misión Kepler de la NASA anunciaban el descubrimiento de 1284 nuevos, 21 de ellos exotierras -9 de estas recién descubiertas que se suman a otras 12 detectadas con anterioridad-.

María Rodríguez y Patricia Fernández, estudiantes de 4º de ESO y de 1º de Bachillerato, respectivamente, nos daban a conocer la noticia a través de los artículos que podéis consultar en los siguientes enlaces:

http://ultimahora.es/noticias/sociedad/2016/05/11/192270/nasa-descubre-284-nuevos-planetas-nueve-ellos-similares-tierra.html

http://elpais.com/elpais/2016/05/10/ciencia/1462901767_161144.html

 

Por cierto, unos pocos días antes del comunicado de la NASA, nos despertábamos también con el anuncio por parte del observatorio La Silla, en Chile, del hallazgo de tres planetas que podrían ser considerados exotierras, los cuales orbitan alrededor de una estrella en nuestra galaxia a ¡tan solo 40 años luz de la Tierra!

 

Así que, actualmente se conoce la existencia de 21+ 3 planetas similares a la Tierra y, por tanto, en los que ¿¿es posible que haya vida?? pero, ¿¿qué tipo de vida??  Seguramente la Ciencia nos dará algún día más respuestas a cuestiones que hoy nos resultan tan incompresibles y misteriosas; no hay más que echar la vista atrás y pensar en Aristóteles y sus contemporáneos, y en otros muchos anteriores a ellos, y contrastar sus ideas con el estado actual del Conocimiento. A día de hoy parece claro que no hay como el Método Científico para continuar avanzando.